El eje microbiota-intestino-cerebro y su influencia en el metabolismo y la salud

Miércoles 4 de diciembre de 2024.

El eje microbiota-intestino-cerebro y su influencia en el metabolismo y la salud 

Miércoles 4 de diciembre de 2024.
Debate en línea.

  • El término microbiota se refiere al conjunto de billones de microorganismos ―bacterias, virus, hongos, arqueas y protozoos― que residen en nuestro cuerpo. La mayoría de ellos se encuentran en el tracto digestivo, y reciben el nombre de microbiota intestinal. Muchos de estos microorganismos, que han evolucionado junto con nosotros durante millones de años, cumplen funciones vitales, como la digestión de alimentos, la producción de vitaminas, la defensa contra patógenos y la regulación del sistema inmunológico.

    La composición de la microbiota intestinal de cada persona es única y varía según factores como la edad, la genética, los hábitos alimentarios, el entorno, el estilo de vida y el uso de medicamentos. Una microbiota diversa y equilibrada es esencial para mantener la salud.

    Desde mediados del siglo pasado ha habido un creciente interés por comprender y estudiar la comunidad de microorganismos que habitan en el intestino humano y el papel que desempeñan. Inicialmente se pensaba que eran organismos patógenos, es decir, perjudiciales para los seres humanos. Sin embargo, los avances científicos han permitido establecer la relación de simbiosis que compartimos con ellos.

    En los últimos tiempos la ciencia ha dado un paso más y se han abierto nuevos campos de estudio. Los investigadores señalan que hay una comunicación bidireccional entre la microbiota intestinal y el sistema nervioso central y el cerebro, conocida como el eje microbiota-intestino-cerebro. Este eje, que permite la comunicación entre estos dos sistemas, influye en la salud mental y física.

    En años recientes se han publicado numerosas investigaciones que relacionan ciertos desequilibrios de la microbiota intestinal con la obesidad, la diabetes o el asma. Se han hallado indicios de que estos microorganismos pueden influir en nuestra conducta y en nuestro estado de ánimo. También se ha observado que las personas con patologías como depresión, alzhéimer, párkinson o incluso autismo a menudo presentan alteraciones en la composición de su microbiota.

    De la mano de tres investigadores que están trabajando en este campo ―Marc Claret, Carlos Ribeiro y Mireia Vallès Colomer―, en este debate intentaremos resolver algunas claves: ¿Cómo funciona el eje microbiota-intestino-cerebro? ¿Cómo dialogan? ¿Qué influencia tiene la microbiota en el apetito y el metabolismo? ¿Hay relación entre la microbiota intestinal y la salud mental? ¿Qué se entiende por una microbiota intestinal saludable? ¿Qué debería saber la población para cuidar su microbiota?

    La obesidad es uno de los principales problemas de salud pública a escala mundial. En España afecta a uno de cada cinco adultos y está aumentando a un ritmo del 0,50 % anual. Para desarrollar nuevas terapias es esencial comprender mejor los mecanismos que hay detrás de esta epidemia. En los últimos años, la investigación se ha centrado en el papel de la microbiota en el desarrollo de la obesidad y la diabetes analizando su posible influencia en la regulación del apetito y el metabolismo. Sin embargo, se ha prestado menos atención a cómo afecta el cerebro a la microbiota. El equipo liderado por Marc Claret ha investigado esta relación con el objetivo de entender los mecanismos moleculares mediante los cuales el hipotálamo, una región del cerebro que regula el equilibrio energético, modula la composición de la microbiota y la función intestinal.

    Los alimentos que ingerimos tienen un impacto significativo en nuestro estado de ánimo y en nuestro comportamiento. Estudios recientes han mostrado que la relación entre la dieta y la función cerebral está mediada por la microbiota intestinal. Carlos Ribeiro y su equipo están investigando los mecanismos cerebrales involucrados en la toma de decisiones alimentarias. Utilizando la mosca de la fruta como modelo animal, han logrado demostrar por primera vez que la interacción entre nutrientes y microbiota intestinal afecta la comunicación neuronal e influye en el apetito y en las preferencias dietéticas. Estos hallazgos abren nuevas perspectivas para comprender mejor la interconexión entre la microbiota, la dieta y el cerebro, clave para mantener la salud del organismo.

    La microbióloga Mireia Vallès Colomer es experta en el estudio del impacto del microbioma intestinal en la salud. A través de su investigación ha establecido un vínculo entre los problemas de salud mental y el microbioma intestinal al identificar diferencias en las composiciones bacterianas entre personas con depresión y personas sanas. No obstante, es complicado determinar la causalidad, ya que las alteraciones en el microbioma podrían ser tanto una causa como una consecuencia de la enfermedad. También ha descubierto que la microbiota intestinal se transmite no solo de madres a hijos, sino también entre personas que viven juntas.

    Ponentes:

    • Marc Claret, jefe del grupo de investigación Control Neuronal del Metabolismo, del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi Sunyer (IDIBAPS).

    • Carlos Ribeiro, jefe del grupo del laboratorio Behavior and Metabolism, del Champalimaud Centre for the Unknown.

    • Mireia Vallès Colomer, investigadora principal del Microbiome Research Group, de la Universidad Pompeu Fabra (UPF).

     

    Moderadora:

    • Cristina Sáez, periodista de ciencia y salud.

     

    Proyectos con apoyo CaixaResearch: